domingo, 29 de marzo de 2015

Mi época de cambios

Hoy os quiero hablar sobre una época de cambios por la que he estado pasando.
Lo cierto es que desde hace unos meses he estado dándole bastante vueltas a todas mis practicas, lo cual deduzco que no es un misterio para vosotros mis queridos lectores. He estado tratando de mejorar mi relación con los elementales, siendo mucho más consecuente con mis acciones y lo que estas hacen a la naturaleza y no comencé a celebrar esta nueva rueda del año (entendiendo Yule como el inicio de esta) porque he estado pensando en la forma correcta de trazar el circulo y posteriormente abrirlo.

La wicca es una religión que me gusta, las creencias las considero bellas, no obstante, no voy a negar que en el último año le he visto defectos. Concretamente que para ser una religión natural la veo bastante separada de la naturaleza, el más que evidente desequilibrio que se produce muchas veces entre los dioses y la casi invisibilidad de los elementales.

Antes de que alguien lo pregunte, no, no tengo como intención el dejar esta religión, o al menos no sus bases pero si es cierto que quiero reconstruir ciertas cosas de ellas. Lo cual hace que me cuestione ¿Sigo siendo realmente wiccana? La verdad es que no lo sé. El otro día tuve una breve conversación sobre el tema con Lady Artemisa, que fue lo que me hizo darme cuenta de todo esto que os estoy contando ahora. Gracias por la ayuda pues sin ti no lo hubiese visto. El caso es que me he dado cuenta que realmente la etiqueta no algo que en estos instantes deba preocuparme, el si sigo siendo wiccana o me he vuelto pagana naturalista. Lo importante, es que estoy recorriendo un camino propio, algo que yo misma voy construyendo. No se a donde llevará pero tampoco me importa mucho pues se que voy por la dirección que mi interior me dice que es correcta.


Aerowen Elwin

1 comentario:

  1. Creo que es un error considerar la wicca como "religión de la naturaleza", yo la veo más como "religion del medio ambiente", hay una wicca para los que viven en el campo, otros para los de la costa y otra para los de las ciudades, pero es labor de cada practicnate encontrar su propia senda, o construirte la tuya

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