Aquí os traigo una bella historia que quiero compartir con vosotros. Pues en ella se demuestra que hasta los cuervos esos animales famosos por su deseo de comerse a las personas (en especial los ojos) realmente tienen la mayor parte de su mal en nuestra mente. Son pájaros muy interesantes e inteligentes, capaces de hasta utilizar herramientas. Y pueden recordar las caras y advertir a otras aves si una persona es o no peligrosa según lo que recuerden de esta.
En fin, y sin más vueltas os dejo aquí esta dulce historia de amistad entre una niña y sus cuervos.
¿No es bonito ver el amor de estas aves hacía la niña? Si a mi alguno de los gatos de la calle a los que alimento me hiciese eso lloraría de la emoción. ¿Y vosotros?
Aerowen Elwin
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