Hoy quiero contaros algo que me sucedió el otro día durante una sesión de meditación guiada. En un
principio no tenía especial ganas de hacerla, lo hice por un amigo que está aprendiendo sobre el tema. Este tipo de meditación en concreto ha de hacerse siempre con ayuda de otra persona y suelen cobrarte entre cien o cuatro cientos euros, (en mi opinión atraco a mano armada) pero como él no tiene apena experiencia pues digamos que me ha utilizado a modo de conejillo de indias, por lo que me salió gratis la sesión.
El objetivo en esta clase de practicas consiste en contactar no con nuestro yo interior o en relajarse
como sucede la mayoría de las veces, si no con nuestro yo infantil, ese niño que tenemos dentro. Mediante esto se puede desde volver a revivir con más claridad los recuerdos de cuando eramos pequeños hasta quitarnos hábitos mediante la implantación de ideas o hasta adquirirlos. En cierto modo es un tipo de hipnosis.
Primeramente comenzó como una meditación normal, relajando el cuerpo, tratando de quitarle tensión, luego tocó la visualización de varios paisajes, y finalmente una puerta. Todo esto tras varias cuantas atrás del mismo modo en que se realiza la hipnosis en las películas.
El caso fue que me empecé a sentir mal físicamente como si algo me estuviese oprimiendo el pecho y segundos después me puse a llorar. Esto pudo ser porque estaba accediendo a un recuerdo triste de cuando era pequeña, como cuando se me murió alguna mascota, pero el caso es que no recuerdo haber visto absolutamente nada.
Sin duda volveré a repetir esto en el futuro porque he comprobado que funciona y me he quedado con las ganas de contactar con mi niña interior, ya os iré contando. Decidme, ¿alguno de vosotros lo ha hecho?
Aerowen Elwin
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