Tinturas: senecesitan 200gr de planta seca o 600 de planta fresca por cada litro de liquido. Este estará compuesto por tres de ron o vodka y una de agua. Se colocarian las plantas en un tarro grande y se cubririan con esta mezcla. Se cierra hermeticamente en un tarro y se deja reposar durante medio mes agitandolo cada dos o tres dias. A las dos semanas se cuela para retirar las hojas y se embotella. Las tinturas alcoholicas no son aptas para niños, embarazadas, personas con problemas hepaticos o exalcoholicos.
Polvo: consiste en triturar las hierbas, podemos espolvorear estas sobre la comida o crear capsulas.
Zumos: se consiguen exprimiendo la planta fresca. Para hacer esto es necesario hacer uso de una buena batidora, como el sabor de determinadas plantas como el apio, la espinaca o el perejil puede ser muy fuerte (y este último en grandes cantidades tóxicos) se recomienda mezclar con frutas que potencien sus efectos.
Pomadas: consiste en una mezcla de agua con aceite. Para esto se funden 150gr de cera emulsionante al baño maría. Se añaden 70gr de glicerinas, 80ml de agua y las hierbas (30gr si es seca y 75gr de fresca) se remueve cada 15 minutos durante 3h. Desppues se filtra y pone tarros de cristal. Dura 3 meses en la nevera.
Aerowen Elwin
domingo, 17 de julio de 2016
miércoles, 13 de julio de 2016
Como preparar las plantas medicinales. 1º parte
Hay muchas formas de conseguir los principios activos presentes en las plantas y en esta entrada
quiero hablaros de estas.
- Infusiones: Consiste en poner a hervir una taza de agua y por cada una de esta una cucharadita de la planta a utilizar, importante que esté seca. Dejar unos 10 minutos antes de colar y servir en un vaso. Lo preferible es no endulzarlas.
- Decocción: se coceran durante unos minutos las partes elegidas de la planta (raices, corteza, petalos, hojas, frutos, semillas o la planta entera) durante el tiempo indicado segun la receta. Es importante tener cuidado con esto pues algunas plantas tienen partes venenosas. De usarse raiz, madera o corteza es importante macerarla el día antes. La proporción es la misma que en la infusión
- Jarabe: Necesitaremos una infusión o decocción previa. Calentaremos 15 m a fuego lento y luego vertiremos 500g de ázucar por cada por cada medio litro de infusión. Tras esto mezclamos al fuego hasta que se disuelva y dejaremos reposar dentro de un recipiente de cristal. Tiene una duración de 3 a 4 meses.
- Maceración: consiste en dejar reposar 25 gr de planta seca por cada medio litro de agua fria durante una noche entera. Se utiliza para ablandar cortezas y raices o para estraer propiedades que se perderian al contacto con el calor. Tambien pueden utilizarse maceraciones en aceite para usarse sobre la piel.
Aerowen Elwin
quiero hablaros de estas.
- Infusiones: Consiste en poner a hervir una taza de agua y por cada una de esta una cucharadita de la planta a utilizar, importante que esté seca. Dejar unos 10 minutos antes de colar y servir en un vaso. Lo preferible es no endulzarlas.
- Decocción: se coceran durante unos minutos las partes elegidas de la planta (raices, corteza, petalos, hojas, frutos, semillas o la planta entera) durante el tiempo indicado segun la receta. Es importante tener cuidado con esto pues algunas plantas tienen partes venenosas. De usarse raiz, madera o corteza es importante macerarla el día antes. La proporción es la misma que en la infusión
- Jarabe: Necesitaremos una infusión o decocción previa. Calentaremos 15 m a fuego lento y luego vertiremos 500g de ázucar por cada por cada medio litro de infusión. Tras esto mezclamos al fuego hasta que se disuelva y dejaremos reposar dentro de un recipiente de cristal. Tiene una duración de 3 a 4 meses.
- Maceración: consiste en dejar reposar 25 gr de planta seca por cada medio litro de agua fria durante una noche entera. Se utiliza para ablandar cortezas y raices o para estraer propiedades que se perderian al contacto con el calor. Tambien pueden utilizarse maceraciones en aceite para usarse sobre la piel.
Aerowen Elwin
miércoles, 6 de julio de 2016
Los mitos y la wicca, creación del mundo.
Hace poco me pidieron que escribiese una entrada acerca de los mitos de la wicca. Al tratarse de una religión bastante nueva y basada en otras no encontramos leyendas propias de esta. Los wiccanos leemos mitología de los antiguos griegos, celtas, egipcios o iberos siendo tal vez este uno de los pocos textos que dejo aqui uno de los pocos que encontramos.
¿Y por qué sucede esto? Sencillo, no hemos tenido necesidad de ellos, los mitos se crean para tratar de explicar porque suceden fenomenos como el invierno, la creación del mundo o los relámpagos. Al surgir la wicca en el siglo XX donde había explicación para todo esto nadie creó historias con Dioses de por medio para dar origen a estos fenomenos, ya podía hacerlo la ciencia.
Las
brujas y brujos somos las representaciones de la evolución de la
sabiduría en nuestro planeta. Somos seres ocultos que regresan de la
muerte. Somos la gente, el poder del cambio, y nos hemos encarnado en
todas las razas y en todas las culturas.
¿Y por qué sucede esto? Sencillo, no hemos tenido necesidad de ellos, los mitos se crean para tratar de explicar porque suceden fenomenos como el invierno, la creación del mundo o los relámpagos. Al surgir la wicca en el siglo XX donde había explicación para todo esto nadie creó historias con Dioses de por medio para dar origen a estos fenomenos, ya podía hacerlo la ciencia.
Hace
mucho, mucho tiempo, el mundo dormía en un vacío oscuro. De esta nada,
el Espíritu dibujó y creó con un amor infinito a nuestra Señora. La
Señora bailó entre los cielos y sus pies se movían al ritmo de toda la
creación. Destellos de luz se exhalaban de su cabellera y proporcionaron
luz a las estrellas y a los planetas. Mientras se contorneaba, estos
cuerpos celestes empezaron a danzar junto a ella la sinfonía divina del
universo. Al acelerar el ritmo del baile, formó los mares y las montañas
de la Tierra. Recitó versos de amor y de gloria y, a medida que estos
sonidos caían sobre la tierra, los árboles y las flores empezaron a
crecer. De luz blanca y pura de su aliento nacieron los colores del
universo, lo que tintó todo lo que nos rodea de una belleza turbadora.
De la cosquilleante sonrisa que ascendía por su garganta, brotaron los
sonidos del agua cristalina de los riachuelos, las amables vibraciones
ondulantes del lago y los susurros de los océanos. Sus lágrimas de dicha
se convirtieron en as lluvias que nos dan vida.
Y
cuando su danza se tornó más lenta y la Señora buscó compañía para
compartir todas las maravillas del universo, el Espíritu creó al Señor
para que fuera el compañero de su vida y le hiciera compañía. Como ella,
quería tanto a la Tierra, el Espíritu creó a su compañero mitad
espíritu, mitad animal para que juntos, el Señor y la Señora pudieran
poblar nuestro planeta. El poder del Señor pasó por ella y esparció sus
bendiciones. Juntos, el Señor y la Señora dieron a luz a los pájaros, a
los animales, a los peces y a las personas de nuestro mundo. Para
proteger y guiar a los seres humanos, el Señor y la Señora crearon a los espíritus poderosos, cuyas energías siempre caminan
entre nosotros, aunque normalmente no las veamos. La Señora dio a cada
pájaro una canción mágica y el Señor a cada animal el don del instinto
de supervivencia. El Señor es el maestro de los reinos animal y vegetal
y, por eso, lleva astas de venado coronado en su cabeza. Este aspecto
mitad hombre y mitad animal muestra su dicha por la creación de los
animales y los hombres por parte del Espíritu y, a través de ellos, nos
revela su imagen.
Cuando
los hombres empezaron a crecer y a evolucionar, el Señor y la Señora
vieron la necesidad de que hubiera curanderos humanos. Así que tomaron
energía del reino de los espiritus, del reino de los poderes animales y
del reino de los hombres para crear a los brujos y brujas. Los brujos y
brujas trajeron con ellos la sabiduría del Señor y la Señora, la
capacidad para curar y el arte de la magia. La Señora enseñó a las
brujas y brujos como trazar un círculo mágico y cómo hablar con el
Espíritu del Señor, cómo comunicarse con los espíritus del aire, del
fuego, de la tierra y del agua y cómo comulgar con los reinos animal y
vegetal.
Al
principio, los hombres aceptaron a las brujas y brujos y nos trataron
con justicia; pero como las brujas y brujos eran diferentes, otros seres
humanos empezaron a tener miedo de los portadores de la sabiduría del
Señor y la Señora. Entonces las brujas y brujos se convirtieron en
personas ocultas y dirigieron sus ritos de energía positiva en secreto a
pesar del riesgo de ser capturadas y morir en manos de los seres
humanos temerosos.
Cuando
el mundo se volvió oscuro por las creaciones humanas nacidas de la
ignorancia y del odio, la Señora se encarnó en la Luna para representar
la luz de su paz, mientras el Señor tomó la forma vibrante del Sol para
simbolizar la fortaleza del amor perfecto. Una vez al mes, cuando hay
luna llena, los brujos y brujas celebramos y recordamos las bendiciones
que nuestra madre nos ha otorgado. Invocamos su energía para que nos
ayude a cuidarnos a nosotras mismas y a nuestras familias, a nuestro
planeta y a nuestros amigos. Cuatro veces al año, a medida que el sol
sigue los ciclos de las estaciones, los brujos y brujas celebramos los
festivales del fuego, en el que veneramos al Señor y a su amor por
nosotros. En los cuartos de las estaciones, las brujas y brujos
veneramos el ciclo de la vida y todo lo que yace sobre la Tierra.
La
Señora tiene muchos nombres -Isis, Astarté, Brida, Diana o Aradia,
entre otros -y permanece a nuestro lado, entre todas las mujeres de la
Tierra, sean de la raza que sean. El Señor adquiere muchos rostros,
desde las facciones del fuerte Cernunnos a las del delicioso Pan. Él nos
vigila y nos guía, y su presencia yace en todos los hombres. Cuando
suena el trueno en los cielos y los rayos caen sobre la tierra, el Señor
y la Señora danzan al son de la creación para que les recordemos y
sepamos que nunca estamos solos. Cuando sale el Sol cada mañana,
celebramos la dicha de su amor por nosotros, y cuando sale la Luna
recorre sus fases, podemos comprender el ciclo del nacimiento,
crecimiento, muerte y la resurrección, o sea, la naturaleza de nuestra
especie.
Cuando
nos llega el momento, las brujas entramos en la Tierra Estival. Del
Espíritu que fluye por el Señor y la Señora, continuamos aprendiendo el
carácter místico del universo para que podamos volver, vida tras vida, a
servir a nuestros hermanos y hermanos. En cada vida, el Espíritu nos
guía a través de las experiencias y nos dispone para el camino que
debemos recorrer para llevar a cabo misiones personales. Muchas veces,
nacemos entre aquellos de nuestra propia especie, y en otras ocasiones
debemos buscar a nuestra familia espiritual. Muchos de nosotros
olvidamos nuestro camino hasta que somos adultos, pero otros, desde que
sus pensamientos empiezan a cobrar vida, ya saben instintivamente cuál
es su herencia.
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