Primiramente no hay que confundir una reconstrucción de piedras naturales con una piedra artificial. La primera se produce cuando tenemos muchos pequeños trozos de una misma gema y conseguimos unirlos todos en una joya, el segundo caso es cuando apartir de algo no mineral, como el carbono de un cabello, acabamos sacando una piedra, en este caso un diamente.
Como uso para la joyería lo veo adecuado, en el primer caso ayuda a darle salida a pequeños fragmentos y en el segundo, aunque su calidad no sea tan buena como los reales aun, podría ayudar a acabar con los campos de diamentes que hemos visto en montones de peliculas y que a todos nos horrorizan.
Sin embargo en el campo de la magia, el tema cambia drasticamente. En el primer caso, el que podemos apreciar a la derecha, debería ser utilizado o no segun las reglas de nuestra tradicción en el uso de la joyería y metales, estando completamente prohibido cuando trabajamos con hadas (por la composición del anillo) y permitido por ejemplo en la wicca tamerana.
¿Y que pasa con los diamentes artificiales?
Bueno, esto ya es un poco delicado y hablo desde la suposición puesto que no he trabajado nunca con ningun tipo de diamente. Sin embargo una parte de la magia y el poder de las piedras reside en la energía en estas debido al tiempo y forma de creación, de modo que al recrear un diamente de forma artificial en apenas unos dias dudo que sea igual que uno que tardó miles de años en hacerse. Por lo que creo que funcionará igual pero en menor medida.
Por último quiero añadir que el uso de falsificaciones no debería hacerse por que estamos usando una piedra con X propiedades cuando queremo una de Y, pero claro, ¿Cómo vamos a saber nosotros que nos han timado?
Aerowen Elwin