viernes, 5 de junio de 2015

Experiencia conectando con los elementales II: Tierra

Como ya he echo anteriormente hoy os traigo una de mis experiencias y una forma de conectar con
los elementales, en este caso con los de la Tierra. Aquí os dejo la entrada con el método y ahora comienzo a explicaros que tal me fue. 
Lo hice sentada en el suelo, sin los zapatos y en un lugar con flores, comencé como siempre una meditación no obstante esta fue bastante distinta a las normales, no necesité más de unos momentos para descubrirlo. 
Se me fue la cabeza de un modo único, me recordó bastante al estado de trance en el que entro muchas veces cuando comienzo a escribir algo, creo que más o menos así como se suelen quedar las personas tras consumir cáñamo, eso o se me subió demasiado la infusión que tomé unos minutos antes de empezar. 
Sentí al cabo de unos minutos como empezaba a pesarme la cabeza y tenía realmente la necesidad de tirarme al suelo y colocarla sobre la Tierra, sin duda se trataba con un sitio que trasmitía mucha más energía con la que yo solía trabajar, y eso se nota intensamente, y más en este estado. 
Estaba apunto de abrir los ojos cuando de repente sentí una mano acariciándome con suavidad la cabeza ¿estaba realmente consiguiendo algo o lo había imaginado? Por lo que me obligué a quedarme un minuto más y confirmarlo, fue entonces cuando noté algo en mi espalda. Era una serpiente subiendo y enroscándose rápidamente por mi columna, pese a que para muchos la imagen pueda resultar desagradable, os aseguro que no fue así. Cuando la tenía sobre el hombro, y me encontraba más fuera de mi que cualquier otra cosa fui consciente primeramente de dos cosas, la primera que me encontraba girando despacio la cabeza en el mismo sentido que ella ascendía, dando pequeñas vueltas y lo segundo que dos perros, se había sentando junto a mi. El sentir a uno de estos lamiéndome la mano hizo que finalmente abriese los ojos volviéndome a la realidad, en la que como no, acabe necesitando tenderme, una experiencia demasiado potente para mí. Al poco de esto los perros se fueron, imagino que vieron atraídos por la energía que debía de tener en ese momento dentro, sin duda los animales son muy sensibles, aunque sobre eso ya haré otra entrada otro día. 
Y vosotros ¿Qué tal os resultó esta práctica?

Aerowen Elwin

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